martes, 2 de julio de 2013

Venezuelan Mainstream: Una República Wannabe





Veo con preocupación que cada vez es más normal la tendencia a seguir estereotipos Norteamericanos y Británicos sin siquiera conocerlos a fondo. Los ciudadanos se brindan cada vez más huecos y superficiales, siguiendo patrones de conducta asumidos a través de la TV por cable e Internet. Esta tendencia siempre había existido bajo el nombre de un fantasma terrible llamado Moda, sin embargo, los niveles de estupidez per cápita nacional han incrementado considerablemente en el transcurso de los últimos años. Ya no nos damos abasto.

Levanto mi bandera y grito ¡Alerta! La idiotez se está adueñando de nuestra juventud. Tengan cuidado con sus hijos…

Me duele tener que expresar esto, no les miento, pero creé este Blog para depurar, a través de las palabras, toda contaminación que me perturbara el pensamiento y que alimentara mi misantropía.


El venezolano se brinda inconscientemente Wannabe (se pronuncia uanabí y viene de Want to be: querer ser) cuando expone conductas no NATURALES hacia determinados eventos sociales, incluso, en un acto tan sencillo y trascendental como el simple hecho de hablar. Asume posturas no propias y esboza acciones movidas por otros hilos lejanos a su verdadero criterio y conocimiento, dejándose llevar por un titiritero a miles de kilómetros.

A través de este prisma podemos ver entonces, una suerte de individuo que anhela ser “identificado” bajo alguna corriente o tendencia, temporal o atemporal. La raíz del problema la señaló Abraham Maslow en su pirámide hace ya muchos años. El ser humano y su inevitable naturaleza social busca entre su “jerarquía de necesidades” el Reconocimiento y desarrolla el deseo consciente e inconsciente de la Pertenencia a Grupo.

Jim Morrison, vocalista de The Doors, una vez dijo:  “Cada nueva generación quiere un símbolo, gente nueva, nuevos nombres: quieren divorciarse de las generaciones anteriores.” Eso no tiene inconveniente alguno, al contrario, somos libres de pensar como queramos. El problema es el manejo de esa libertad opacada por la falta de seguridad, naturalidad, criterio e incluso conocimientos. Ya es normal escuchar a personas hablando de algo que ni conocen, tan solo para “encajar”. Hay gente que tiene puesta una franela del Che Guevara y no tienen ni idea de quien fue Ernesto. Hay gente que le va a cualquier equipo de fútbol que esté cerca de las finales (los llamados pasteleros). Hay gente que habla en Spanglish y no tienen ni idea de lo que es el idioma anglosajón. Hay gente que viste de una manera para “ser aceptado”. Hay gente que cree que Las 50 sombras de Grey es el mejor libro del mundo (jajaja). Hay gente que critica una película sin siquiera haberla visto. Hay gente que asume posturas ajenas a sus verdaderas convicciones tratando de disfrazarse en algo que no comprende pero que adopta como propio. Hay gente se vende tan barato y se cambia por estas cosas tan insustanciales.

Me perdonan que sea tan tajante pero mi bandera levantada no busca agredir a nadie, sino identificar un capullo de estupidez del cual se está alimentando mucha gente, incluso sin saberlo. Ese capullo no es más que una Cultura de Masas la cual inevitablemente nos salpica a algunos y empapa a otros: El Mainstream. Así como antes he afirmado que todo en esta vida es una estrategia de Mercadeo (incluso las relaciones interpersonales), así también afirmo que todo es una consecuencia del Mainstream.

¡La vida es inercia! ¡La vida es Mainstream!

El verdadero detallazo está en actitudes que “quieren aparentar algo que no son”. Es prudente plantearles dos interrogantes ¿quién eres? y ¿qué te gusta? Bajo verdaderos intereses, bajo verdaderas convicciones. Más allá del sueño americano o el sueño europeo o un personaje de un guión.

Una ficción social. Ficciooooooooooooooooooón sociaaaaaaaaaaaaaal.
(disculpen, sentí la necesidad de gritar)

Así pues identificamos en el tiempo cómo algunos "se venden" cual si fueran: breakers, hipsters, emos, tukis, runners, rockers, skaters, geeks, nerds, baby-boomers, gamers, night-clubbers, reggaetoneros, rustiqueros, tuneros, yunkies, rastas, y otras muchas tendencias y sub-culturas que no vale la pena mencionar…

En la religión Rastafari, quien tiene dread-locks (los churros en la cabeza) y no es realmente rasta es llamado: Fox (lobo). El lobo necesita pertenecer a una manada, el lobo no anda solo. El wannabe es una suerte de Fox que aparenta ser cualquier cosa menos lo que es, en busca de cualquier manada.

Yo soy hablador y escritor (o como diría Jaime Bayly: un escribidor). Y eso hago. No me engaño a mí mismo. Me gustan otras muchas cosas también y las vivo y experimento intensamente, pero con naturalidad.

La tecnología de la conducta es la NATURALIDAD. El futuro del comportamiento humano es la NATURALIDAD. La expresión más irrefutable es la NATURALIDAD.

Venezolano: No te caigas a paja: sé tú mismo. La diversidad de culturas e incluso los solapamientos entre ellas son algo divertido y que se puede asumir, pero el mojón mental crece desmesuradamente opacando el futuro de una sociedad consciente y menos bruta cuando hacemos algo tan solo para quedar bien ante terceros. A eso en mi pueblo le llaman: INSEGURIDAD.


Si el venezolano fuese un animal, definitivamente sería un Camaleón.

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