domingo, 14 de septiembre de 2014

Wagner y el Cantar del Nibelungo…

Wagner y el Cantar del Nibelungo…



Casualmente en estos días, leía yo (online) interesantes traducciones en cuanto a los actos de algunas obras musicales de gran renombre. Contenidos, éstos, de algunos ciclos de ópera clásica.

Mi navegador (chrome) me llevó de-sitio-en-sitio, mostrándome textos y más textos. Digo “casualmente” porque, en paralelo, tenía otras pestañas abiertas (unas ocho…) que estaba usando a razón de mis investigaciones en el área mitológica.

De link en link, finalmente, llegué hasta un texto antiguo que exponía la estructura de la “obra más grande creada por un solo hombre”; en efecto era un ópera. Esta ópera, a su vez, estaba basada en la mitología germana. Su autor fue el alemán Wilhem Richard Wagner, quien escribió la música y el libreto en el curso de veintiséis años, de 1848 a 1874.

¿Qué tendrá esto de curioso?, se preguntarán, más bien pensando en lo "aburrido" de mis intereses… Pues, resumir tan magna obra representaría, si acaso, un esfuerzo mínimo de varias páginas y el consiguiente tedio ante cualquiera que no quisiere adentrarse en el tema (calculo una relación de 100 a 1); por lo que, simplemente, preferiré comentarles algunos detalles de mi supuesto hallazgo. 

Vaya si pensé, por algunos segundos, que había sido un descubrimiento. ¡Pamplinas!. Sobre la literatura no existe “descubrimiento” alguno que no esté ya escrito. ¡Todo está escrito!. Sin embargo, la difusión de este “pequeño pedazo del todo” es mi circunstancial develamiento. El pequeño logro a razón del casi accidental curso de mi pesquisa, dado que me encontré con esta información, cual Cristóbal Colón que buscaba otras tierras y no América: Yo buscaba información de otras mitologías, no de la germana y su Sigfrido…

La obra en cuestión lleva como nombre El Anillo Nibelungo (Der Ring des Nibelungen), y está inspirada (como ya comenté antes) en los matices de la mitología nórdica. Reitero que resumirles tales escenarios sería harto aburrido ante el lector promedio. Lo que si les puedo extender son las características de esta obra que menciono, además de un pequeño fragmento relacionado con los inicios de la historia.

Características de la historia que relata esta ópera:

Existen cohabitando seres de muy diversas razas, entre ellas seres con poderes no humanos.
Un anillo el objeto principal.
Este anillo es de oro con poderes extraordinarios
El anillo fue forjado con el objeto de gobernar el mundo.
El anillo corrompe a su portador.
Hombres y seres mitológicos (o divinos) andan detrás del poder que da el anillo.
Un amigo mata a otro por la posesión del anillo.
Hay al menos un personaje que sabe del poder nefasto del anillo y lo evita.
Hay duendes que viven bajo tierra.
Existen seres parecidos a dragones y otras bestias extrañas
Un hombre se unirá en matrimonio a una mujer no completamente humana.
Esta mujer, por amor, se convierte completamente en humana.
Los personajes saben que el anillo debe ser devuelto al lugar de donde provino
En algún momento, una espada es rota en pedazos y será reconstruida para ser destinada a su legítimo dueño.
Una raza de seres deberá ser destruida para dar entrada al ascenso de el hombre.
Al final, un ser va detrás del anillo y muere en el intento.”

Fragmento del Acto Primero

El comienzo de El oro del Rhin, representa de manera simbólica el origen del mundo. La escena se desarrolla en el fondo de las aguas del Rhin, donde las Hijas del Rhin, Woglinde, Wellgunde y Flosshilde se burlan de un enano de aspecto repulsivo que aparece entre el fango y las rocas del río.
El enano, es un nibelungo llamado Alberich, que se acerca a las Hijas del Rhin con propósitos lascivos, que se ven frustrados por ellas, que burlándose de él, lo sumen en una profunda frustración y rabia.
Los rayos del sol que se filtran a través de las aguas del Rhin inciden sobre el oro que descansa en el fondo y que es custodiado por las Hijas del Rhin. La visión del oro, despierta otra de las tendencias de Alberich: la codicia. Las Hijas del Rhin, le advierten de que quien desee poseer el oro, deberá renunciar al amor. Alberich, espoleado por la frustración y la rabia que le han provocado las burlas y el rechazo de las jóvenes, renuncia al amor y se lleva el oro, ante los gritos de las Hijas del Rhin.
Sin el oro, el río se convierte en un espacio oscuro y turbio, en el que se pueden oír las carcajadas del enano Alberich.

***

Estas son solo algunas de las muchas particularidades encontradas en los ciclos épicos de Wagner que componen su Anillo del Nibelungo: El oro del Rhin, La valquiria, Sigfrido, y El ocaso de los dioses.

Señaladas las anteriores características, tal vez hayan notado que, coinciden en extremo con la obra de J.R.R. Tolkien, escrita muchos años después, a partir de 1920. ¡Vaya si se asemejan!, no obstante no he mencionado las otras similitudes con respecto a los “homólogos” de personajes como Saruman, Gandalf y Frodo, entre muchos otros.

¿Serán las historias y los personajes de El Silmarillion, El Hobbit y El Señor de Los Anillos, una oportuna y audaz copia del argumento del Nibelungo?: Un bien "orquestado" fraude...

Wagner es el “dueño” de la obra más grande jamás escrita por el hombre, y sin embargo, Tolkien lo ha desplazado ampliamente; opacando su obra con una réplica que destronó una historia similar (que ciertamente le precedía) si es que alguna vez se le destinó trono alguno (lejos de Europa) para nada más y nada menos que la epopeya nacional alemana: el cantar de los Nibelungos. 

En tal sentido la notoriedad primaria debería llevársela la pluma, o, las plumas que inmortalizaron esas leyendas germanas; inspiración de estas letras de espada y hechicería.

Lo invito a sacar sus propias conclusiones.





martes, 9 de septiembre de 2014

Reseña del libro Sexo con Cinco, de Amor Antúnez

El libro Sexo con Cinco, ciertamente, está enfocado a un público femenino; sin embargo, su fácil lectura rediseña el tema sexual a través de la forma de “hablar” de quien lo escribió. Me refiero al hecho de leer sobre la sexualidad desde un punto de vista educativo y con el matiz tan atrayente como acertado de Antúnez. Al leerlo pude casi escuchar la voz de la autora, ya que me es grato poder decir que conozco personalmente a Amor. Los que hemos seguido su trabajo en TV y Radio sabemos que su manera de hablar demanda no solo atención sino seriedad ante temas tan polémicos.

Amor Antúnez, mi muy querida y apreciada amiga, rediseña el “hablar de sexo” desde una perspectiva didáctica, elocuente y bastante fluida, en donde nos invita, por sobre todo, a “familiarizarnos con la creatividad erótica”, tal y como expone Mario Aranaga en su corto pero acertado Prólogo.

Esta psicóloga, sexóloga y ahora escritora, nos persuade inteligentemente, a través de una selección de experiencias terapéuticas en el transcurso de su reconocida carrera, proyectadas en este libro a manera de preguntas. Así pues, ella, la experta, en favor de tales cuestiones: responde; buscando persuadir a los lectores para que asuman la sexualidad como un factor cotidiano, que a su vez, contiene muchos sub-factores: todos ellos subjetivos, individuales e intrínsecos a cada persona, concausa para disfrutar responsablemente de los placeres lascivos.

Más allá de una ansiada, progresiva, y cíclica "petite mort", Amor Antúnez nos exhorta a mantener un diálogo cercano con nuestras parejas, en función de un conocimiento propio y empático:

“…la única manera de abordar el asunto es hablar de una forma clara y concreta, acerca de alternativas válidas para ambos en cuanto al disfrute sexual compartido e individual.” (Pág 57)

“(…)variar sensaciones y experiencias sexuales compartidas (…)” (Pág130)

Antúnez invita, entonces, a la creatividad compartida y previamente negociada, para escapar, tanto de la “fijación de método” como de la “monotonía” del acto en cuestión; teniendo en cuenta que ambas anexiones “silenciosamente” agobian y afectan a muchas parejas.

La audaz autora, también recalca que no solo hay que “sentir” sino comunicar a nuestra pareja "cómo queremos sentir”. Con este trabajo escrito nos induce a identificar cuáles son las formas de mejorar aquello involucrado, traducidas estas formas y maneras en estímulos y acciones que satisfagan la sexualidad en ambas direcciones.

Hace énfasis en que se debe “sugerir” lo que queremos y esperamos del acto sexual, a través de una comunicación abierta con nuestra pareja, es decir, participando al otro lo que nos gusta y cómo nos gusta que nos lo hagan, estimulando en tales afanes los cinco sentidos…

Finalmente, en el libro se hace mención a la novela de E. L. James. En relación a esto, no puedo menos que recalcar que el erotismo escrito va mucho más allá del estercolero sicalíptico de Grey. El sexo en la literatura presenta mejores trazados que los caprichos impresos de este utópico adonis:

Las letras de Donatien Alfonse Francois de Sade han sido más que de agrado a mis exigencias literarias, derivando un maestro como Donatien y la estructura de sus ilustraciones escritas solo bajo la lupa de la negativa crítica. Triste y escueta verdad. La realidad de su obra se traduce en mucho más que la simple raíz etimológica de un adjetivo calificativo.

El primer capítulo del Elogio a la Madrastra, del contemporáneo Mario Vargas Llosa, por su parte, es un estímulo de irrigación peneana asegurada, por supuesto, para cualquier lector masculino. Vaya manera elegante y la vez excitante de hacer tema a razón de un derrier. (…)

El mismísimo capítulo decimosexto del Quijote de la Mancha, el cual sugiere, a cualquiera que se precie de leerlo, una connotación lo suficientemente erótica ante las maneras del Hidalgo para con Maritornes, en un hecho ilusorio, condición constante en la meta-ficción del personaje.

La habilidosa estrategia de “piernas caídas” promovida por Lisístrata, en favor de una huelga sexual impuesta para el cese de la conflagración entre los guerreros atenienses y laconios en la obra del griego Aristófanes.

La promiscuidad de Zeus y el séquito de diosas tomadas por él en la mitología griega (conocido también como Júpiter en la mitología romana) expuesta maravillosamente en “acercamientos” incestuosos y no incestuosos con figuras también helénicas como: Gea, Hera, Metis, Deméter, Temis, Electra, Himalia, Perséfone y Leto, entre otras tantas conquistas sexuales que protagonizó resueltamente este hijo de Cronos. Los tres símbolos de Zeus son el roble, el águila y el rayo; más bien ha debido otorgársele el símbolo de un gran falo, dado que no escatimó este hijo también de Gea en embestir con el adminículo de su virilidad a madre, hermana, hija y cuanta figura femínea se le atravesara.

Tampoco sería prudente extender mis argumentos con las intimidades de los emperadores, figuras faraónicas, califas, sultanes y “un largo etcétera”(como dice Amor), empero, mi punto es que : ¡todo esto existe! (entre otros tantos textos alusivos al tema de la sexualidad), también expuesto, disfrutable, y a la mano de cualquier lector que procure “refocilar” sus sentidos en otras páginas, además de las “famosas e idolatradas sombras de Grey”, hijas inexorables de una cultura de masas…

Sexo con Cinco, este libro que nos brinda Amor Antúnez, esparce, a manera de regalo, tips de baile para entender mejor nuestro improvisado y más espontáneo “mambo horizontal”.

Sexo con Cinco nos recuerda cuan neófitos somos en el arte de amar sin ropa.

Sexo con Cinco rompe con el tabú atávico que representa hablar de sexo abiertamente.

Sexo con Cinco es una invitación a optimizar nuestros encuentros sexuales, maximizando los elementos que pudiesen intervenir en cada experiencia, en cada encuentro.

Sexo con Cinco es un "starter" de lo que se supone debería ser un cambio de actitud ante cualquier evento sexual, luego de haberlo leído. Lo demás le corresponde al practicante…

¡A copular con cinco!


lunes, 1 de septiembre de 2014

Análisis del libro Mujeres Malqueridas, de la psicólogo Mariela Michelena



Partimos desde la idea de la Emancipación e Independencia de la mujer en contraste con la sombra, a veces muda y a veces no, de un “mal amor” (o como diría Lady Gaga: un bad romance)

La autora define como “malqueridas” a las mujeres que padecen y sufren por consecuencia de un mal amor, no necesariamente por maltrato físico sino, más bien, por “estar enzarzadas en relaciones imposibles y destructivas. Mujeres fieles a parejas intermitentes, Amores furtivos, prohibidos, clandestinos”. Traducidas, estas mujeres, en mujeres que “se quieren mal a sí mismas”: ¡Mujeres Malqueridas!

Michelena, la autora, sostiene el “amor entregado” como un factor de inversión. La mala utilización por parte de estas mujeres, en relación a su “capital de inversión”, es lo que las conduce a las calamidades que cualquier mujer, sin necesidad de leer el libro, pudiese enumerar en pocos segundos en respuesta la frase “mal de amor”. De esta manera, un “mal amor” es comparado con un negocio al borde de la quiebra. El “mal amor” del que ha sido testigo la autora a lo largo de sus experiencias terapéuticas con sus pacientes malqueridas.

Mariela Michelena funge como un Caronte a través de este libro, rescatando a estas mujeres, cual sombras errantes perdidas en un Aqueronte emocional con destino al Hades: el Hades de la desdicha, el infortunio y la infelicidad;  consecuencia final de un amor mal correspondido. La compra de este libro es el óbolo para Michelena, quien gustosa las llevará a puerto seguro.

***

Uno de los “recursos” que más me llamó la atención de este libro fueron las Alegorías de las que se vale, hábil y conscientemente, la autora, para clasificar a las mujeres malqueridas. Las encontré muy interesantes.
Entiéndase la Alegoría como Figura Literaria que dibuja lo abstracto: las alegorías “hablan figuradamente”.
Entre ellas esboza 4 representaciones femeninas, que usa como ejemplos en el andar de estas malqueridas:

Ofelia

En la obra escrita por Shakespeare, Ofelia representa a la mujer de Hamlet. Ofelia vive el amor completo de Hamlet hasta que el padre de este es asesinado,  por consiguiente, los intereses de Hamlet y su completitud para con Ofelia se desvían hacia el fantasma de su padre y su asesino.
Resalta las características de la mujer que deja de vivir su vida para vivir la de su pareja, entregada a sus riendas y sus desdenes. (pág 19-21)

Eva

Eva es “la primera mujer”, personaje bíblico, compañera de Adán. Su nombre en hebreo significa “madre de los vivientes” o “dadora de vida”.
La autora señala a las “Evas” como figuras formales en la vida del casado. La mujer sagrada, la madre de sus hijos, la que vive con él en su hogar. El hombre, de ella cuida y de ella cela. Son estas Evas quienes brindan el amor incondicional.
Sin embargo, el peligro inminente que las acecha son los altibajos de la pasión y el deseo, contra la erosión de lo estético. Esta pasión que va mermando con el pasar del tiempo y que el hombre finalmente busca en otras latitudes, por agobio o por falta de atracción…

Lilith

Precisamente en esas “latitudes” se encuentra Lilith. La autora identifica a este personaje bíblico, al cual muchos desconocen, como la presunta amante de Adán. Señala la cita en donde se reconoce a esta Lilith como demonio en forma de mujer que mora en tierras lejanas. Señala también que en la biblia no se hace mucha mención de tal personaje, tal y como ocurre con “las amantes” en las realidades no tan ajenas al sagrado libro. De la querida nadie habla; muchos saben de su existencia, pero nadie la menciona; tal como esta Lilith también bíblica, quien “según el profeta Isaías vive acompañada por sátiros en las ruinas del desierto”. (pág 128-132)

Rebeca

Finalmente, dentro de sus más resaltantes alegorías (resaltantes a mi percepción) encontramos el personaje de la novela de Daphne Du Maurier. En esta novela, Rebeca fue, en otro momento, la mujer de Maxim de Winter, quien enviudó y se volvió a casar con otra mujer más joven. La novela es narrada en primera persona por esta “segunda esposa” de la que, casualmente a lo largo de la novela, nunca se menciona su nombre.
Esta mujer compite contra el recuerdo inmortal del viudo, su ahora esposo, quien no menciona a Rebeca, pero sí la casa donde viven; la cual grita por todos lados su nombre. El Síndrome de Rebeca es reconocido en psicología como la aparición patológica de celos hacia una ex pareja. (pág 133-138)


***

La figura masculina no puede menos que quedar “mal parada” en este sugestivo ensayo. Ciertamente se habla de mujeres a las que quieren mal, por tal sentido la mujer queda supeditada a una figura pasiva, mientras que el malvado macho-varón-masculino es vinculado con el personaje del viejo bolero de Richard Dannenberg, Corazón Loco. (pág 123-126)
Me fue inevitable pensar si la autora ve a todos los hombres como el hombre del bolero de Dannenberg; aunque señala en esta ocasión al hombre que se embarca una “situación triangular”. Sin embargo, afirma que “el hombre lo quiere todo”, no que “este hombre lo quiere todo”. (pág 123).

“Quiere la seguridad y el sosiego que le brinda el hogar y además sentir la emoción del riesgo, ver colmado su deseo por lo prohibido”.

“Quiere ser nómada y sedentario a la vez. Quiere ir en busca de una aventura excitante sin abandonar la tierra firme del hogar. El hombre lo quiere todo”.

Una pequeña acotación personal:

A mi juicio, el verdadero hombre se debate entre la pasión y la tranquilidad. La mujer necesita sentirse segura, el hombre necesita sentirse tranquilo. Y para estar tranquilo debe tener todo eso que necesita para llegar a ese estado calmoso paralelo al buen sexo.


**

El recorrido por el libro es el recorrido mismo del “amor lastimoso”, forjado en las expectativas ilusorias de la mujer malquerida, sugiriendo vacunarse contra las pasiones.

La autora reclina su concepción del amor femenino en la definición de Nietzsche:

“Lo que entiende la mujer por amor (…) no solo es abnegación,
es un don total de cuerpo y alma, sin restricciones (…)
Esta ausencia de condiciones es lo que convierte su amor en una fe, la única que tiene.


Bajo esta premisa, la mujer malquerida idealiza a su hombre convirtiéndolo en un dios, a razón de un “estoicismo maternal”.

Hace referencia también a la frase acuñada por Sigmund Freud “su majestad el bebé”, proyectando en la mujer la tendencia a poner todo de un lado, para priorizar sus esfuerzos en un bebé recién nacido que “a pesar de ser el ser más indefenso y más frágil de la tierra, exige pleitesía y se comporta como si fuera un dios”. La mujer malquerida transforma de esta misma manera a un hombre en un bebé, y por consiguiente, en un dios.

Identifica que “las personas, generalmente, siempre son lo que parecen y casi siempre atienden el llamado de su naturaleza”. Las malqueridas o candidatas a tal etiqueta, al parecer, no terminan de entender “la naturaleza” de sus seleccionados para el amor, edificando sus emociones en un ideal ilusorio, una versión subjetiva de su pareja; transformando así la realidad de su coyuntural adonis.
“La candidata a malquerida se inventa un ser a su medida” (pág47)
La autora invita al equilibrio emocional cuando afirma que “…todo es cuestión de dosis, de cantidades, de déficit o de exceso, de indicación y de posología para que la (lo)cura del amor no se convierta en perniciosa”. (pág 56)

Como dato curioso, el libro advierte una realidad áspera pero cierta: La invitación a la independencia y la autonomía. En contraposición a esa característica entrega idílica, la autora recomienda no dejar el “manojo de llaves propio” en manos ajenas. Esta idea queda abierta, inteligentemente abierta. Esta invitación no tiene número de impresiones. Pero está. (pág 63)

Me gustó también el contraste que hace con la conceptualización de la dialéctica del amo y del esclavo del filósofo alemán Friedrich Hegel y la película de Joseph Losey, El Sirviente. De esta manera se expone la paradoja de la “dependencia extrema” en ambas direcciones: del amo hacia el esclavo y viceversa.

Consigue señalar cuatro “pecados capitales”: la sumisión, la intermitencia, la adicción y la impostura. (págs78 -79)

Bajo el pecado de la Sumisión: la malquerida o candidata a malquerida “se pierde y se diluye en el otro”, siempre complaciente, para vivir casi por entero a través de las exigencias de su Hamlet.

Bajo el pecado de la Intermitencia: la malquerida o candidata a malquerida “cae en relaciones on & off, que terminan y comienzan una y otra vez, y otra vez, y otra, con la esperanza de que alguna de esas muchas veces sea la definitiva.”

Bajo el pecado de la Adicción: la malquerida o candidata a  malquerida “a pesar de estar inmersa en relaciones desastrosas no es capaz de separarse, regresando humillada en busca de su dosis de maltrato emocional.”

Bajo el pecado de la Impostura: la malquerida o candidata a malquerida “no puede ser como ella misma. La impostura describe a las mujeres-Cenicienta que, junto a sus parejas, no pueden ser como ellas son, mujeres que se sienten bajo el escrutinio de un príncipe que les prueba una y otra vez el zapatito de cristal a ver si la chica se ajusta o no se ajusta a sus expectativas.”

Los consejos del libro abrazan muy de cerca la idea existencialista sugerida -entre la duda y la decisión- en el soliloquio de la obra Hamlet, atribuída históricamene a William Shakespeare:

Ser o no ser, he aquí la cuestión. ¿Qué es más digno para el espíritu,
sufrir los golpes y dardos de la insultante fortuna o tomar armas
contra océanos de calamidades y, haciéndoles frente, acabar con ellas?
Morir..., dormir; no más
¡Y pensar que con un sueño damos fin al pesar del corazón
y al los mil naturales conflictos que constituyen la herencia de la carne! (…)


***

Finalmente, a raíz de los elementos que sustentan a estas “malqueridas” tales como el miedo, la inseguridad y la resignación, Michelena identifica los caminos por los que se conducen en el transcurso o al final de su coyuntural desventura.

El camino a la “liberación” de la malquerida podemos representarlo en 4 casillas por las que nuestra ficha malquerida tendrá que ir avanzando hasta llegar a un modificado “ser o dejar de ser”.

Estas casillas en el tablero existencial de la malquerida vendrán a ser las siguientes:

La casilla de las amigas: las amigas de la malquerida sirven de apoyo incondicional y almacén de coyunturales experiencias. Serán ellas su trapito de lágrimas; su depósito de lamentos.

La casilla del oráculo:  la malquerida buscará ayuda a través del “pensamiento mágico”. Brujas, cartas, tabaco y demás “ítems de hechicería” para adivinar su devenir. El oráculo buscará “ayudarla” analizando su futuro.

La casilla del libro de auto ayuda: la malquerida busca la manera de salir de su “atolladero” escudriñando consejos impersonales a través de elementos impersonales como teorías, ensayos y “fórmulas de salvación” provenientes de autores reconocidos comercialmente.

La casilla de la/el terapeuta: como etapa final del ciclo, la malquerida canaliza sus esfuerzos en tratar de resolver los embates de su coyuntura recibiendo ayuda psicológica profesional. El/la psicólogo buscará “ayudarla” analizando su pasado, y de esta manera la persuadirá para que ella misma cierre el círculo.


Este libro entra completo en el dilema de Hamlet ser o no ser, modificándolo a un: ser o dejar de ser...


Yo hubiese colocado el coro de esta canción como epígrafe:

“I want your love and
I want your revenge
You and me could write a bad romance
I want your love and
All your lovers' revenge
You and me could write a bad romance”
                                   
                                                 Lady Gaga

Para culminar, yo exhortaría a estas "malqueridas" a leer, releer y luego entender, la frase acuñada por Erich Fromm en su libro El Arte de Amar: "la paradoja del amor es ser uno mismo sin dejar de ser dos".