martes, 21 de octubre de 2014

Gracia y Desgracia de la Interpretación

Una perspectiva de la información instantánea y mal redactada de nuestros tiempos



Charles Barry
Jorge Tuero
De los personajes creados por la comicidad venezolana, me es grato recordar al inolvidable y graciosísimo Charles Barry, en su sketch “La Noticia Positiva”. En estos episodios de la comedia de entonces, ocurrentemente, se la daba doble interpretación a una noticia coyuntural y propia de la época, parodiando la dualidad y transformación de Dr. Jekyll y Mr. Hyde convenientes a la obra de Robert Louis Stevenson, creativamente adaptados al programa humorístico. De esta manera nos brindaban una suerte de Jekyll quien anunciaba la noticia, y un Hyde que, exacerbado (en la misma figura de Barry saliendo de debajo de su escritorio), interpretaba aquella noticia y “sus realidades”, ya transformado. Así también era asistido musicalmente con el tétrico inicio de la Tocata y Fuga en D menor de Johan Sebastian Bach. Complementado todo esto con una escenografía simple, casi minimalista, que exponía un espacio sombrío y tenebroso en función de identificar de forma artística: el terror de la verdad detrás de la interpretación de una noticia “supuestamente positiva”. La ironía jugaba un papel casi tan fundamental como la dentadura postiza de Barry.

También recuerdo el personaje “El Profesor Americano” inmortalizado por el elocuente Jorge Tuero, quien visitaba a otro personaje, expresando este segundo frases coloquiales en un contexto hilado a cualquier cotidianidad venezolana, mientras nuestro confundido profesor interpretaba las palabras y frases textualmente, alterando así el significado real detrás de las expresiones idiomáticas propias de nuestro país. Por consiguiente, nuestro profesor, sin poder entender una sucesión de frases hechas, características a nuestro lenguaje coloquial, esbozaba desconcertado una de las líneas célebres del gran Tuero: "¡oh Andrés Bello, qué han hecho con tu idioma!”. 



Wilmer Ramirez
 En otro programa de tv alcanzo a acordarme de El Profesor Wilmer, en la persona del excelente comediante Wilmer Ramírez, quien hacía las veces, nada más y nada menos, que de miembro principal de la “Academia de a Real y Medio”; brindándose bastante susceptible al correcto uso del castellano, en favor de evitar frases tan comunes como escatológicas traducidas en refranes de uso común. Al profesor le acompañaba una hermosa modelo ataviada de toga y birrete de color azul, mientras que él vestía el mismo atuendo pero en tonalidades rosadas. En su sketch se identificaban algunos refranes los cuales eran enviados al despacho del profesor por un público ficticio, proveniente de poblaciones también ficticias, para que este “experto lingüista y aparente catedrático” modificara la estructura de su significado con mayor locuacidad; aderezada, toda esta actuación, con la característica picardía de un doble sentido no necesariamente ofensivo. El matiz cultural era un elemento siempre presente en estas creativas intervenciones del humor en la televisión nacional de épocas ya pasadas.

Emilio Lovera
Finalmente mi personaje preferido, y pienso que mejor elaborado a razón de una invención más completa es: El Chunior, uno de los tantos alter egos del más que experto en comedia Emilio Lovera. Emilio es, con certeza, un exégeta de la idiosincrasia del venezolano, un intérprete de la personalidad colectiva de nuestro país. Ya quisiera el sabio Juancé Gomez conocer al venezolano tal y como lo conoce este sociólogo que se hace pasar por comediante, exponiendo tan espontánea como inteligentemente la naturaleza articulada de sus creaciones. En el caso del Chunior nos encontramos frente a un personaje que se desempeña como locutor, quien luego pasó a ser host de late show. Este ocurrente personaje tiene la particularidad de expresarse, modificando a su gusto, ciertas palabras del castellano, variando también aspectos históricos y geográficos que acompañan el contexto de sus adrede-barbarismos. La vocalización es un elemento resaltante en nuestro estrambótico personaje. El Chunior maneja una cultura paralela modificada en función de la original: la cultura universal; variando los fonemas y estructuras lingüísticas, verbigracia de sus ocurrentes comentarios. Emilio transforma, a través de este Chunior, no solo la morfología de las palabras sino la cultura y la geografía misma.

Enuncio estos cuatro personajes ya que me son cónsonos a la realidad de la “nueva noticia digital”. Muchos textos que ahora nos descubren a nosotros, apareciendo vinculados a una publicación en Facebook, a un tweet, o a cualquier link de alguna página web que revela un mensaje. Ese mensaje es una redacción llena de descuidos y falta de un esfuerzo mínimo de correcta expresión. Tales textos, por lo general de carácter informativo, son a mi parecer, material suficiente para añadir a cualquiera de los sketches de los personajes antes descritos. Son estas noticias-mal-redactadas, motivo de comedia, dada su naturaleza errante y poco elaborada. 

Es una verdadera vergüenza la manera en que muchos “comunicadores y escribidores” se expresan día a día a través de medios formales, que a su vez, deberían poner cuidado a su línea de contenido; no por factores políticos sino por elementos netamente gramáticos, lingüísticos y estilísticos. 

La calidad es un factor que ha venido mermando en nuestro país; ahora bien, la redacción no escapa ante nuestra actual problemática de escasez, teniendo en cuenta en este caso que también escasee el argumento, el criterio y el correcto uso del lenguaje hablado y escrito ante nosotros los consumidores de ideas, de historias, de letras... 

Me es preciso desfogar estos argumentos en contra de la actual entronización de la mediocridad y carencia de lo prolijo, canjeado por una falsa practicidad. Así expongo esto, a razón de una refinada sensibilidad y respeto por el debido uso del lenguaje, en otros tiempos común y afin al colectivo.  Tal vez hoy mi reclamo sea visto, por muchos, como una exageración o quizá una extravagancia; cada quien le dará su más subjetiva interpretación.

2 comentarios:

  1. Excelente reflexión del trabajo de nuestros comediantes que forman parte de nuestro mayor tesoro cultural :)

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  2. En un mundo donde todos tienen la posibilidad de hacer llegar su voz más allá de los predios de su limitada realidad, se olvida que somos responsables no solo del mensaje, sino también de la manera en que este se expresa en lo verbal y escrito.

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